¡Vuelve loca a esa persona!

¡Ay amigos/as!. Es ésta una cuestión espinosa, puesto que no hay técnica que sirva para todo el mundo. Los gustos son como los culos: cada uno tiene el suyo. No obstante, podemos asegurar que hay ciertas cuestiones que son comunes a cualquier persona a la que le guste practicar el noble arte de la carnalidad. Desde mi óptica masculina, y con la experiencia que otorga tener una edad y la mundología sexual que ello representa, puedo decir que todo se basa en una premisa muy fácil (y muy difícil al mismo tiempo): encontrar a una pareja que te tenga muchas ganas.

¿Cómo seducir?

Eso no tiene nada que ver con el físico ni con la posición social, ni mucho menos con la edad. Se trata de una mera cuestión de ACTITUD. Esa palabra tan breve pero tan grande a la vez. En general, con buena actitud puedes conseguir lo que te propongas, pero concretamente y hablando de sexualidad, es imprescindible dar la imagen de que te gusta mucho hacerlo y, sobretodo, de que lo haces bien. Muy bien. Que eres capaz de llevar a tu pareja al límite, y no solo eso, si no que te mueres por hacerle pasar el mejor rato de su vida. Tu intención de ponerla del revés debe planear toda la situación, desde la fase previa hasta el momento en que te separes de ella. Tiene que quedar claro que tu prioridad es la otra parte, y en el caso de que no lo sea, debe parecerlo. Actitud, actitud y actitud.

No quiero parecer presuntuoso, pero he sido y sigo siendo un amante excepcional. La señora Roig (y algunas otras amigas) pueden dar fe de ello, y es por eso que me siento con la seguridad de ofrecer algún que otro consejillo que os va a venir muy bien. Por supuesto, hablo de encuentros consensuados en los que se haya mostrado interés desde la parte contraria.  

Mis pequeños consejos

  • No hay nada que desmotive más que la dejadez: no debes presentarte a una cita sin haber seguido un escrupuloso protocolo de aseo: ducha, ropa limpia, perfume. Con tu estilo propio, el que sea, pero limpio y oliendo bien. Lo contrario es una falta de respeto hacia la otra persona. La fase previa engloba, por encima de todo, un interés en agradar. Y no olvidemos que el sexo es algo muy sensorial, un olor sugerente puede abrirte muchas puertas.
  • Tú eres el que debe dominar la situación, y eso no quiere decir en absoluto que te muestres desconsiderado, mandón o manipulador. De ninguna manera. Me refiero más bien a que, desde la caballerosidad y el respeto, tengas seguridad en tí mismo: da muestras de que tu pareja te gusta mucho y de que lo vas a dar todo (y no hablo de sumisión, sino de capacidad de dar placer). Es decir, ten una actitud de “te quiero comer entera y te va a encantar”. Cierto nivel canalla siempre viene bien y a la otra parte le va a fascinar ser el foco de tu atención.
  • Lo importante que viene a continuación es que las expectativas que alimentes, se vean refrendadas por una práctica a la altura. De nada sirve venderte como un tigre de bengala si después te comportas como un gato gordo y perezoso. Si te falta técnica, nuestras chicas -o este blog- pueden enseñarte un montón de cosas. Somos profesionales y te ayudaremos a aprender.
  • Otra cosa que he podido comprobar en mis largos años de experiencia es que el humor es un gran salvador de situaciones embarazosas. No siempre la anatomía acompaña, y más en algunas situaciones (“me pasé con el vino en la cena”, “estoy cansado”, “tengo una edad” …). En esos casos te recomiendo que no le des importancia al episodio y que sigas animando la fiesta con creatividad, mientras te ríes de tí mismo. Eso es un gran síntoma de inteligencia. Y ya sabes que el cerebro es el mayor órgano sexual.
  • Y sobretodo: no hay algo que guste más que pidas algo y QUIERAN DÁRTELO. Si tu pareja te pide algo que a priori no te encaja, no te cierres a nada aunque nunca lo hayas hecho, muéstrate participativo, encantado con la situación y motivado por experimentar. Yo te aseguro que, en el fragor de la batalla, he acabado diciendo y haciendo cosas que nunca habría imaginado. Y al finalizar, me he visto obligado a reconocer que estaba equivocado y que mis percepciones previas eran meros prejuicios. Siempre que sea consensuado … pruébalo todo. Déjate llevar y no te arrepentirás.

Espero que estos tips, aunque genéricos, os ayuden en el desarrollo de vuestras futuras batallas. Ya sabéis que estamos a vuestra disposición para ampliar o resolver cualquier cuestión que necesitéis. Preguntad y os ayudaremos.


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